Aunque son numerosos los territorios en los que se produce y consume sidra, solo hay uno en el mundo en el que se celebran espichas, y ése es Asturias. Rotundamente, espicha es sinónimo de Asturias, y para asegurarte prueba y haz una búsqueda en Google.
Así es. Asturias personifica la única cultura donde probar la sidra se convierte en una fiesta, una fiesta que se bautiza con el nombre del trocito de madera utilizado a modo de tapón en el tonel. De la misma manera que es la única cultura donde se escancia la sidra, y el acto de escanciar es una mezcla de ciencia, técnica, espectáculo y ritual. Así que tan sonora fiesta tiene un formato que se repite de generación en generación:
- Suele celebrarse en un lagar (el lugar donde se produce la sidra).
- La bebida protagonista y la que se “espicha” (se tira del tonel directamente al vaso) es la sidra.
- El acompañamiento es un menú en el que no faltan los chorizos de casa, el lacón cocido, la tortilla, los huevos cocidos, la cecina, los quesos asturianos, etc.
- La música, siempre “folkie”, y si no es “enlatada”, no puede faltar un buen “gaiteru” o una banda de gaitas.
- Lo suyo es estar de pie, y departir distendidamente con todo el mundo, cambiando de interlocutores, que no de tonel.
- La duración: hasta que el cuerpo aguante. Lo importante es comer, beber y relacionarse con alegría y sinceridad.
Espicha-te
¿Que qué se celebra en una espicha? El hecho de estar vivo y “coleando”. Pero además, una boda, un bautizo, un encuentro de empresa, el viaje de tus sueños, la primavera, el verano, el otoño o el invierno, o sencillamente el placer de una “quedada” o una cita imposible… y, por supuesto, el menú habitual, aunque se compone de unos básicos clásicos, como los que ya mencionamos, está abierto a la creatividad del cocinero, y a las sugerencias del cliente… De hecho cada vez es más común el toque de autor también en las espichas, que se traduce en menús y productos de inspiración muy asturiana… Así que el mejor lema para una celebración es “Espicha-te”.
La innovación llega a las espichas
Como no podía ser menos en la era de la tecnología y la innovación, ésta se alimenta día a día también en el mundo de las espichas y la sidra: así cada vez son más frecuentes las catas de las distintas sidras que producen los llagares o bodegas —como les gusta decir a algunos productores—, y de esta forma se van degustando la sidra natural, la de nueva expresión o la espumosa, al tiempo que se maridan con quesos, con dulces, y constituyendo una nueva fórmula para visitar estas instalaciones y vivir una “espicha” de última generación…