Nueve panorámicas de Asturias que te dejarán sorprendido

Principado de Asturias
[Turismo Asturias]

Entre las muchas propiedades de Asturias, una es la de dejarnos sorprendidos a cada paso.

Al ser esta tierra una sucesión de montañas y valles, de curvas y rectas, de brañas y acantilados, de escarpadas cumbres y sinuosas cuencas... de continuos contrastes, es el paraíso soñado de las vistas panorámicas.

Ésas que se conquistan en una parada, en un alto en el camino, que se otean después de horas de esfuerzo, o tras un tranquilo paseo; ésas que se intuyen al llegar a la costa, o en el ascenso a una montaña que nos seduce...

Que os sirva para abrir boca esta breve guía de vistas panorámicas a modo de “fondo de armario” paisajístico en vuestra retina.

Santa María del Naranco o las vistas divinas

Nunca una iglesia tuvo un pasado regio y palacio tan intenso en la Europa Medieval.

Sí, es Santa María del Naranco.

Y por supuesto, si rico es su pasado, no lo son menos sus vistas,... que especialmente con la luz del amanecer o del crepúsculo se tornan poéticas, increíbles.

Oviedo, la capital asturiana, está a los pies del Prerrománico más sublime, y en un golpe de mirada se divisa también el mítico Monsacro, que tanto sabe de reliquias y de historia de la monarquía asturiana, o la imponente Sierra del Aramo.

Santa María del Naranco, en la falda del mismo nombre, ofrece en sí misma, una bella panorámica, y desde ella otra de incalculable valor... Es un binomio único, el que ciñen en la misma cintura, el Prerrománico y el paisaje asturiano.

El Río Sella, la corriente que nos lleva

Mítico es el Sella, por sus salmones, por sus piragüistas, por sus ribereños, por sus paisajes,... y por protagonizar cada año uno de los descensos deportivos de ríos más famosos del mundo: la fiesta de las piraguas o Descenso Internacional del Sella.

Tal es la tradición deportiva de este río, tal la afición y la admiración que provoca el descenso del río, que en los años 90 del siglo XX un grupo de emprendedores deportistas comenzó a ofertar descensos en canoa para todo el público, y ello motivó el que muchos fans emularan a sus deportistas favoritos, o el que muchos otros pudieran pasar una jornada en familia o con amigos, disfrutando de una naturaleza que invita al sosiego y a la diversión al mismo tiempo...

El Sella ofrece panorámicas inolvidables incluso desde la propia carretera nacional que transcurre paralela a su cauce entre Arriondas y Ribadella, como ésta de la foto a la altura de Pries, donde la pasarela de Cuevas del Agua.

La Ría de Villaviciosa o el estuario de ensueño

La Ría de Villaviciosa, fantástico estuario natural, refugio de las aves acuáticas en sus rutas migratorias, e ideal para el deporte, para el baño, para disfrutar del paseo en sus orillas...

Muchas sensaciones nos regala: el paisaje, la flora, el suave aleteo de las aves, los peces, sus mareas, las estampas de las barcas flotando en la pleamar y varadas en la bajamar, los pescadores siempre atentos...

Y como no podía ser de otra manera, la ría nos regala también espléndidas vistas panorámicas como ésta tomada en el entorno del puerto de El Puntal, donde siempre encontramos ambiente marinero y riquísimos olores y sabores a pescados y mariscos frescos en los restaurantes y sidrerías de la zona.

Sariego, el valle más grandioso

Desde el área recreativa y mirador de Perriellos las vistas son muy guapas.

Ante nuestros ojos se abre la inmensidad y belleza del valle de Sariego, y si el día está despejado y la atmósfera limpia, podemos divisar las sierras del Sueve y Peñamayor, y toda la grandiosidad de la cordillera cantábrica.

Perriellos nos da una idea de la sinfonía de montañas que supone la escarpada y variada orografía de Asturias.

Además, un mirador es mucho más que una atalaya, es un lugar para el descanso, para la conversación, para degustar un buen pic-nic después de una caminata, y siempre como telón de fondo el paisaje asturiano en formato 360 grados...

Las Lagunas del Teixedal, el descubrimiento más recóndito

Las forman un conjunto de lagunas de alta montaña a diferentes cotas entorno al pico Rabo de Asno: Laringuín, La Yerba, Negra y Pozu Xirona.

Podríamos decir que son el descubrimiento más recóndito del Parque Natural de Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias.

Allá por donde camina el oso, en el entorno de Xinestou al Altu l´Acebu, las montañas nos deparan sorpresas y descubrimientos como estas encantadoras e inesperadas lagunas, que nos dan idea de la vivacidad de la naturaleza asturiana.

Una vista panorámica de este complejo lacustre es un auténtico regalo para los sentidos...

El Lago Enol, el más mediático

Los Lagos de Covadonga son como auténticas estrellas de cine, conocidos mundialmente, y han sido filmados y fotografiados por profesionales y viajeros de todas las latitudes.

Una visita a Asturias sin ver los lagos es como estar en un jardín y no oler las flores...

Es verdad que son dos, Enol y Ercina, y también es verdad que el primero que nos topamos con verdaderas vistas panorámicas es el Enol.

Luce espléndido todo el año y en estas fechas, en que repunta la nieve en los altos y los reflejos del otoño en sus gélidas aguas ofrece una estampa espectacular.

La Regalina, la gran atalaya de la costa occidental

Capilla y hórreo de La Regalina componen un conjunto extraordinario por su belleza y por su ubicación.

Seguro gozan de una de las mejores vistas panorámicas de toda la costa occidental asturiana.

A sus pies la Playa de Cadavedo, llamada la Ribeirona, y en su horizonte el océano, y las decenas de playas, calas, acantilados, cabos y otras geografías hasta donde nos alcanza la vista y el corazón.

Una delicia para empaparse del paisaje.

Brañas y lagunas de Canchongo o el Quirós panorámico

Quirós es uno de los concejos de montaña por excelencia en Asturias.

Con tradición escaladora y alpinista, ofrece multitud de rutas y posibilidades para los amantes del medio natural.

Una de estas rutas es la que nos lleva a conocer las brañas y las lagunas de Canchongo, en el entorno de Bárzana.

Dicen los entendidos que es una ruta cómoda y asequible, y que sobre todo, nos sorprende por su belleza y por las vistas panorámicas que podemos contemplar en la zona.

Representa, sin duda, el espíritu del Quirós panorámico.

La Ría del Eo, a vista de pájaro desde las montañas

Quién pudiera ser un pájaro y sobrevolar la Ría del Eo... ¡Cuánta belleza en una mirada! Eso mismo deben pensar los viajeros y caminantes que se acercan a esta zona, catalogada como Reserva de la Biosfera, y que disfrutan con las muchas vistas panorámicas de esta ría desde Castropol o Figueras.

Los más exploradores, los que se adentran hacia las montañas —en el entorno de Louteiro— tienen su merecida recompensa: unas impresionantes vistas panorámicas de todo el valle con Vegadeo como telón de fondo, y un buen tramo de ría hasta su desembocadura, con el Puente de los Santos en la línea del horizonte.

 



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