Avilés conserva en su callejero todo el encanto de rincones que reflejan la atmósfera medieval del emplazamiento.
La nomenclatura (Ferrería, Cámara, La Fruta) y el empedrado de calles, las iglesias, plazas y fuentes nos remiten a ese pasado de actividad comercial protagonizada por gentes de distinto origen compartiendo en paz el mismo espacio.
Ese amalgama de orígenes que se repitió a partir de la década de 1950 con el crecimiento industrial, ha definido el carácter activo, abierto y amable de los avilesinos.
Por estos motivos Avilés es un lugar perfecto para hacer compras o pasear disfrutando del casco antiguo y descansar reponiendo fuerzas en las numerosas sidrerías, restaurantes, cafés y casas de comidas de la villa.
La noche de AVILÉS: Avilés puede considerarse pionera en la región asturiana, como zona de divertimento nocturno, que se extiende y desarrolla en el marco de su magnífico casco histórico.
Fue la primera ciudad que explotó “industrialmente” lo que hace años comenzó a denominarse “zona de copas”. Eso fue en las décadas de los sesenta y setenta del pasado siglo XX, cuando Avilés era una población industrial donde “corría mucho dinero”. Entonces, la masiva diversión nocturna se centró en el barrio de Sabugo, histórico barrio marinero que ya no ejercía como tal.
A él acudía no solamente la juventud local, sino mucha procedente de Gijón y Oviedo.
Más tarde y respondiendo a modas la por entonces bautizada como “movida” se trasladó a la calle Galiana.
Fue en la década de los ochenta, cuando se potenciaron los aspectos culturales y lúdicos propios de los primeros ayuntamientos democráticos.
Las pequeñas y humildes tiendas de los soportales de la calle fueron sustituidas por bares que compusieron, posiblemente, la zona de copas más original de Asturias.
También mencionar la Plaza del Carbayedo que recientemente se ha reconvertido en una zona de establecimientos gastronómicos muy concurrida por el día, y de ambiente juvenil en la noche.
Y finalmente, el barrio de Sabugo, que actualmente ha vuelto a ponerse de moda con una excelente oferta gastronómica y de bebida tradicionales de Asturias.
En el más popular barrio avilesino corre, hoy a raudales, la sidra y las raciones de pescado del Cantábrico.
No les falta razón a los que dicen que Sabugo pasa de los siglos.
Tiendas. En la zona centro de Avilés se encuentran las tradicionales calles de compras como La Cámara, José Cueto, Fernández Balsera y La Fruta, entorno en el que se encuentra también un Centro Comercial.
A esta oferta tradicional hay que sumar los centros comerciales situados en las afueras de la ciudad como el de La Carriona y el centro de compras y ocio situado en el concejo vecino de Corvera.
Pasear. Además de callejear por el hermoso casco histórico avilesino incluso con lluvia, dada la abundancia de soportales y la peatonalización de sus calles y plazas más emblemáticas, podremos disfrutar también en este entorno de parques como el de Ferrera de estilo inglés (algo más de 80.000 m²) junto con sus jardines franceses, el de La Magdalena, el céntrico del Muelle y el de Las Meanas.
La fachada costera de la ciudad permite deambular por el paseo marítimo y fluvial de la Ría de Avilés, que con una extensión cercana a los 3.000 m, permite acercarse al puerto deportivo y parte del patrimonio industrial de la ciudad.
Igualmente, los vecinos concejos de Illas y Corvera nos ofrecen también extraordinarias posibilidades para el disfrute de la naturaleza y el medio ambiente, tales como: la ruta de los molinos (Illas) o el embalse de Trasona.