Fernández, Luis

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Mapa de situación del concejo

Mapa de situación del concejo de Oviedo. Asturias.

Escudo del concejo

Escudo del concejo de Oviedo. Asturias.

Descripción

El magistral pintor asturiano, Luis Fernández, uno de los grandes del siglo XX europeo, nació en Oviedo el 29 de abril de 1900. Era hijo de la malagueña María Cristina López Báez y de Enrique Fernández Echavarría, natural de Logroño y catedrático universitario de Matemáticas. La temprana muerte de su madre, ocurrida en 1906, da paso a unos años dolorosos que dejan una profunda huella en el pintor, cuya vida estuvo marcada por la adversidad pero también por la pasión hacia la pintura. Desde muy niño pintó y dibujó, recibiendo las primeras clases de dibujo a los seis años en una escuela de Oviedo. Por entonces visita el madrileño Museo del Prado, con su padre. En 1909, al morir éste, Luis Fernández y sus tres hermanos se mudan a Madrid a casa de unos familiares. En 1911, Luis se traslada a Barcelona para vivir con un tío materno y su familia, de los que se separó a los diecisiete años por la oposición del primero a su vocación pictórica. En 1912, tras asistir a un curso nocturno de pintura, se matricula en la Escuela de Artes y Oficios y Bellas Artes de Barcelona. Uno de sus profesores, el pintor José Mongrell Torrent, discípulo de Sorolla, será para él un maestro excepcional y protector durante diez años, acogiéndole en su taller gratuitamente.

En 1917, Luis Fernández se independiza de su tío, da clases particulares de dibujo a alumnos de arquitectura y aprende la técnica del repujado del cuero. En 1920, va a trabajar durante un año a Madrid al Museo de Artes Industriales, para el que realiza una pintura decorativa en seda. Retorna a Barcelona en 1921 y comienza a trabajar en una empresa que usa el offset en blanco y negro. Entre 1921 y 1924, de la mano de Ángel Ferrant, se inicia en la escultura, modalidad que considera necesaria, imprescindible, por constituir «la forma», frente a la figuración de la forma que es el dibujo. En 1924 se traslada a París para conocer in situ los ambientes vanguardistas y eludir el servicio militar pendiente. Al año siguiente empieza a trabajar en una imprenta que emplea el offset en color, al tiempo que, por mediación de Henri Laugier, profesor de la Sorbona y coleccionista interesado en su pintura, conoce a artistas como Braque, Matisse, Brancusi, Ozenfant, Le Corbusier, Laurens..., y a escritores de la talla de Paul Éluard, André Breton, Jean Cassou y René Char, entre otros. En 1927, ingresa en la logia masónica Fraternité, perteneciente al Gran Orient de Francia, y se casa con Esther Chicurel, con quien no tendrá hijos. Al año siguiente alcanza el título de maestro masón. Por esa época, Luis Fernández, cuya producción pictórica estaba influida por el neoplaticismo de Mondrian y Van Doesburg y el purismo de Ozenfant y Jeanneret, retoma su aprendizaje escultórico y frecuenta el Jardín des Plantes de París, donde entra en contacto con François Pompon y Mateo Hernández. En 1933 abandona su trabajo en la imprenta y se vuelca por completo en la pintura. Entre los años 1929 y 1934 sintoniza con los grupos de abstracción geométrica Art Concret, Cercle et Carré y Abstraction-Création, publica sus primeros artículos de carácter artístico y realiza una profunda investigación sobre la óptica y su influjo en la creación.

Luis Fernández conoce en 1934 a Pablo Picasso, a quien visita en su taller durante unos veinte años casi a diario. Ambos trabajaron conjuntamente en dos ocasiones: en la confección de un dibujo y de un telón de teatro.

En el periodo comprendido entre 1936, año en que viaja a España en defensa de la II República, y 1939, asume los postulados del surrealismo. De entonces son sus anamorfosis y otros cuadros de alto contenido erótico.

Desde 1939 a 1945 se desarrolla la II Guerra Mundial, y Luis Fernández, que había ingresado en la Association des Amis de la République Française, se queda en París pese a ser masón y judía su mujer. En esa época su producción es fuertemente expresionista, parcialmente motivada por el final de la guerra civil española y el inicio de la II Guerra Mundial. De ahí pasa a una etapa poscubista (1944-52), siendo la naturaleza, el paisaje y el retrato los géneros más cultivados.

En 1948, Luis Fernández contacta con su primer marchante, Alexandre Iolas, con el que acabará teniendo una relación tortuosa, sobre todo en la década de los sesenta. En 1950 tiene lugar su primera exposición individual, en la galería parisina Pierre Loëb; hasta entonces únicamente había tenido participación en colectivas. En estos años surgen los primeros estudios críticos sobre su obra.

Entre 1952 y 1970, fase de madurez, el pintor asturiano ansía realizar una pintura total que resumiese lo mejor de la abstracción, el surrealismo y el poscubismo, y lo funda con las grandes aportaciones del arte del pasado; en este sentido, como afirma el historiador de arte y profesor de la Universidad de Oviedo Alfonso Palacio, autor de la tesis doctoral El pintor Luis Fernández (1900-1973) —galardonada con el premio Juan Uría Ríu en su XXV edición—, «lejos de estar ante un pintor intuitivo, o que se mueve por impulsos, Fernández sopesó cada uno de los pasos que dio» para conseguir esa pintura total. Comienza ahí el diálogo del artista con el pasado, con los clásicos (Miguel Ángel, Leonardo, Zurbarán, Poussin o Cézanne). De este diálogo nacen sus series, con las que, como afirma Palacio, pretende ahondar en la esencia de los objetos a través de una mirada intensa. Inicia entonces sus series dedicadas al cráneo humano, a las marinas, a los bueyes, a las palomas, al cráneo con velas, a la rosa sobre una mesa o dentro de un vaso, etc. Son cuadros en los que se combina la visión real y la intelectualizada de los objetos.

En 1954, la muerte de su primera esposa le provoca una profunda depresión. En 1956 lleva a cabo su segunda exposición individual, en la galería Cahiers d´Art.

Luis Fernández ingresa en 1959 en la logia masónica La Franche Amitié, perteneciente al Gran Orient de Francia, y se casa ese mismo año con Yvonne Bauguen, quien aporta al matrimonio dos hijos de un enlace anterior.

Su tercera exposición individual, de 1965, la acoge, sin repercusión alguna, la galería turinesa Galatea. Se celebra una nueva exposición de su obra, esta vez en la galería parisina Alexandre Iolas y en 1968, año en que el artista asturiano, a quien asedian graves dificultades económicas, sufre un ataque al corazón.

La última etapa creativa de Luis Fernández se desarrolla entre 1970 y 1973. Se caracteriza por un elevado grado de depuración formal.

En 1972 tiene lugar una exposición retrospectiva suya en el Centro Nacional de Arte Contemporáneo (CNAC, antecedente del actual Centro Pompidou) de la capital gala. La muestra representa un fugaz destello de gloria para el artista, quien inicia el contacto con Claude Bernard, su segundo marchante.

El 25 de octubre de 1973 fallece Luis Fernández, siendo enterrado, por deseo propio, en Cantenac (localidad próxima a Burdeos), junto a Esther, su primera esposa.

Gracias a la colaboración de numerosas personas, entre las que hay que destacar a su segunda esposa, el Museo de Bellas Artes de Asturias, ubicado en Oviedo, «se ha convertido en el custodio espiritual del gran pintor europeo» –según manifestaba en 2003 su director, Emilio Marcos Vallaure–, con un Fondo Luis Fernández constituido por óleos, dibujos y gouaches, la escultura «Le chat» (para algunos expertos, su obra más singular), estampas, multitud de folios y cuartillas manuscritas con sus pensamientos e ideas artísticas, un volumen manuscrito sobre el Aprendizaje de la Pintura, su biblioteca y archivo personales..., además de varios objetos personales y útiles de trabajo.

Siendo alcalde Antonio Masip Hidalgo, el Ayuntamiento de Oviedo, en junio de 1984, dio el nombre de una calle de la ciudad al pintor.

Obras

En Luis Fernández, artista de producción corta, destacan, entre otras, las siguientes obras: Abstracción (1928), Caballo (1935), Autorretrato (1936-39), Cabeza de caballo muerto (1939), Pintura erótica (1939), Alegoría del bien y del mal (1939), Tauromaquia (1940), Naturaleza muerta (1944), Naturaleza muerta, manzanas y queso (1944), Cabeza de becerro (1944), Retrato de Marie-Laure de Noailles (1945), Retrato del resistente (1944-45), Marina en gris (1954), Paisaje bordelés (1954), Estudio para rosa sobre una mesa (1955), Naturaleza muerta con hueso y vaso de vino (1956), Cráneo (1958), Barco encallado (1959), Candelero (1959), Caballo (1960), Marina (1960), Dos manzanas (1960), Vaso de vino y trozo de pan sobre un mantel blanco (1961), Cráneo (1964), Rosa (1965), Dos palomas (1966), Cráneo con tres velas (1966-67), Rosa con vela (1973), Marina al amanecer (1970) y Sin título (1972).

Bibliografía

• Palacio, Alfonso (historiador): El pintor Luis Fernández (1900-1973), edit. Museo de Bellas Artes de Asturias (Oviedo). Son dos volúmenes sobre la vida, la obra e ideas artísticas de aquél, acompañados de un apéndice documental
• Palacio, Alfonso: Catálogo razonado. Continuación de los dos volúmenes citados, recoge de manera exhaustiva la producción artística (pinturas, dibujos, grabados y esculturas) de Luis Fernández. Financiado por la Fundación Azcona y promovido por el Museo de Bellas Artes de Asturias, fue presentado por éste el martes 2 de noviembre de 2010.

FUENTES: Gran Enciclopedia Asturiana, t. VI, Gijón, 1970, págs. 253-254; «La segunda vida de Luis Fernández», diario La Nueva España, Oviedo, 23 de octubre de 2003, sección «Cultura», págs. I-V.

Datos técnicos

Clasificación: Reseñas históricas

Clase: Arte, cultura y deporte

Tipo: Pintores

Comunidad autónoma: Principado de Asturias

Provincia: Asturias

Municipio: Oviedo

Parroquia: Oviedo

Entidad: Oviedo

Zona: Centro de Asturias

Situación: Montaña de Asturias

Comarca: Comarca de Oviedo

Dirección: Oviedo

Código postal: 33009

Web del municipio: Oviedo

E-mail: Oficina de turismo

E-mail: Ayuntamiento de Oviedo

Comarca de Oviedo

Está en el corazón de Asturias y su capital, Oviedo, es la del Principado y fue en el pasado capital del primer reino cristiano de la Península Ibérica y origen del Camino de Santiago.

La comarca está conformada por uno o varios concejos (municipios). En este caso: Oviedo. Los concejos representan las divisiones administrativas dentro de la comarca y son responsables de la gestión de los asuntos locales en cada municipio.

Dirección

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