El otoño en Asturias es una explosión de color y no solo en los bosques... Las mesas se engalanan para recibir la caída de la hoja con alegría, compartiendo en familia o con amigos momentos inolvidables.
Con las mesas se animan las sobremesas, los días y las noches, porque ya se sabe que “la danza sale de la panza”, y Asturias es un buen ejemplo...
Brindando con Vino de Calidad de Cangas... del Narcea
A veces puede parecer un sueño o una fabulación, pero no lo es.
En Asturias es posible brindar con vino, y de mucha calidad.
Es el denominado Vino de Calidad de Cangas, que se produce en el personalísimo suroccidente de Asturias.
Tierra de cunqueiros, de mineros, de ganaderos, de bosques infinitos como Muniellos, de osos, de naturaleza indómita, de buena gente.
Tierra de paso y parada obligada.
Tierra de altitud y de valles, de monasterios y viñedos.
De benévolo microclima y con atmósfera amigable, si hay un lugar ideal para degustar el fruto de la vid en tierras asturianas, ése es Cangas del Narcea y su entorno.
Los comienzos del mes de octubre son siempre tiempo de vendimia, y en Cangas se ritualiza en toda regla.
Para neófitos al mundo del vino, o para experimentados, el programa de la vendimia canguesa es una auténtica bendición ‘divina’ donde hay catas populares, con visitas al Parador de Corias incluidas, una incursión en el Museo del Vino, mercado, posibilidad de ver el ambiente en los viñedos, y por supuesto, diversión a raudales día y noche...
Una escapada de otoño regada con Vino de Cangas es perfecta, sobre todo teniendo en cuenta que Cangas vive el vino y sus momentos todo el año, y que la vendimia es un momento culminante pero hay otros...
Picos de Europa: cumbres y quesos
Si cerramos los ojos y nos imaginamos en Picos de Europa, en ese viaje no pueden faltar altas y escarpadas cumbres calizas, que son el sueño de montañeros y escaladores, de espeleólogos, de amantes de la naturaleza, de la aventura o de la investigación.
Cumbres que han visto nacer ganaderos y ganado, y maestros queseros que han transmitido su sapiencia de generación en generación hasta hoy.
Por eso, podemos decir sin faltar a la verdad, que Picos de Europa es una tierra de cumbres y quesos.
De cumbres míticas, y de afamados quesos que están considerados entre los mejores del mundo.
Por eso, es muy habitual que en esta comarca se celebren certámenes queseros donde compiten, se degustan y se venden los mejores quesos del año, y donde el ambiente de fiesta y asturianía es tan asombroso como el paisaje...
Estos días de octubre Cangas de Onís es la capital del Concurso-Exposición de los Quesos de Picos de Europa, ésos que durante todo el año se venden en sus mercados o se degustan en sus restaurantes y sidrerías, o se encuentran en sus cuevas, y en sus rutas en la naturaleza... El mundo Picos gira en torno a las grandes paredes calizas, a las canales o los riquísimos quesos, patrimonio material de la cultura de pastoreo de la zona.
Grado, el mercado en el genoma
Si los científicos que dibujan los paisajes genómicos del ser humano y de la sociedad tomaran como muestra un grupo de moscones —gentilicio propio de los habitantes de Grado— seguro que llegaban a la conclusión de que los naturales de la zona llevan el instinto comercial en su genoma...
Y es que las gentes de Grado han mostrado a lo largo de la historia una especial sensibilidad para el mercadeo, sobre todo con los productos de la espléndida huerta que se da en sus caserías.
Su carácter afable y generoso queda patente en cuanto damos un paseo por su mercado dominical —uno de los clásicos y de los más animados de toda Asturias— y si se trata de una ocasión especial, como es el Mercadón de Otoño que se celebra este domingo, pues la verdad es que “tiran la casa por la ventana”, y llevan a los puestos lo mejor de lo mejor.
Además en una época, como el otoño, tan agradecida para los productos de temporada, el Mercadón de Otoño de Grado es un espectáculo lúdico-gastronómico difícil de olvidar.
Artesanía y gastronomía en amor y compaña, para degustar las mejores castañas, las avellanas, las nueces, las setas, la miel, la sidra dulce, los quesos, les fabes, el pan de escanda... y todo, todo de casa.
¡A buena parte con los moscones!
Gijón: arte con sidra y sidra con arte
La sidra es el líquido elemento que recorre el paisaje y paisanaje asturiano por los rincones más singulares y dispares.
Los llagares se cuentan por decenas y las sidrerías por cientos.
Las fiestas vinculadas al universo sidrero son siempre un éxito seguro... Un mundo curioso, sociable y siempre positivo.
Si algo tiene la sidra es que exalta la amistad y el compañerismo, y Gijón es una ciudad de alma y esencia sidrera.
La sidra está hecha para Gijón, y Gijón para la sidra, y una expresión de esta realidad es el Gijón de Sidra, que anima estas primeras semanas del otoño, en el que más de 40 llagares y más de 40 sidrerías ofrecen la mejor sidra, acompañada de cazuelinas que acarician los estómagos ávidos del líquido más astur.
Con las cazuelinas, la gaita, los cancios, el humor y la conversación.
Todo junto, gloria.
Por si fuera poco, para no despistarse con el coche y los puntos del carnet, un sidrobús que te llevará de un lugar a otro, para ir de sidra sin riesgos... ¡Algo tan prodigioso solo podía ocurrir en Gijón!
Teverga, ideal para la juerga... prehistórica
Teverga, Pueblo Ejemplar de Asturias en 2013, no solo deja boquiabiertos a príncipes, reyes, y demás personas de buen vivir, sino que genera fascinación en grandes y pequeños.
Por la belleza de su paisaje, sus brañas, sus senderos, sus osos, sus aldeas, sus minas, sus ríos, sus cuevas, sus puertos, sus abrigos prehistóricos, y su Parque de la Prehistoria, entre otros atractivos.
Es un resumen de todo lo mejor, y se come de cine.
Aprovechando el fin de semana prehistórico del 11 y 12 de octubre, Teverga se convierte en un poblado cavernícola con divertidas actividades para niños y mayores, y con unos originales menús astur-rupestres.
¡Imaginación y diversión a raudales en Teverga!